6 consejos para mejorar tus textos en redes sociales
Un mal texto puede arruinar fácilmente una publicación. Es común encontrar en el océano de publicaciones de Instagram, blogs o cualquier otra red social, que tienen una foto o una imagen espectacular pero un texto que deja mucho que desear. Simplemente, sientes que algo está fuera de lugar.
El texto, aunque las redes sociales sean mucho más visuales, es esencial para contar, explicar o complementar lo que a veces una imagen no dice. Si bien un buen texto no es necesariamente el más largo, sí tiene ciertas características que debe cumplir para que sea efectivo. Un buen texto (sobre todo si es para redes sociales), no dice ni más ni menos, solo lo necesario; no tiene faltas de ortografía y se adapta al grupo de individuos al que quiere alcanzar.
Una sola palabra, una sola oración o 1 párrafo, todo tiene cabida y pueden ser igual de necesarios dependiendo de la ocasión, solo hay que saber escribir cada uno de ellos, explotarlos al máximo y, por supuesto, saber cuándo es necesario emplearlos.
Por ello, aquí les compartimos algunos consejos básicos para que mejores tus escritos en redes sociales, blogs o…para la vida.
Lee mucho, para escribir mucho en redes sociales
Un buen lector jamás será un buen escritor. Leer no solo te ayuda a ver cómo se hace el trabajo, sino que también te ayuda a conocer más vocabulario.
Hay dos maneras de mejorar tu escritura, sea para redes sociales, para un blog o para la vida en general: lee, lee, lee, escribe, escribe, escribe. Un buen lector, jamás será un buen escritor. Leer no solo te enseña cómo trabajan los demás, sobre estilo o cómo se estructura un texto para que tenga sentido. Leer amplia tu vocabulario y lo más curioso es que mientras más palabras conoces el mundo en ti, se expande. Por ello, te invito a que leas más. ¡Lo que quieras! Ya verás que después, escribir no será tan difícil. Lee cuentos, libros cortos y largos, poemas, libros de no ficción, las etiquetas del shampoo…Nunca sabes qué te tocará redactar en cualquier momento.
Presta atención a tu ortografía
Sí, sí, sí…sabemos que Instagram y estos medios digitales tienen un ritmo de muerte. Todo es demasiado vertiginoso, rápido, conciso, no hay tiempo para largos discursos… ¡Vale! Pero que un texto sea corto o lo redactes para Instagram no es ni más ni menos razón o motivo para que este no cumpla con unas cuantas normas de ortografía básica. Entiéndase por esto: abrir y cerrar los signos de exclamación e interrogación; colocar acentos, puntos y comas donde corresponda; y por supuesto, si no estás seguro de cuál es la ortografía correcta de una palabra, buscarla en el diccionario o, reemplazarla por un sinónimo del cual estés seguro.
Lamentamos decirles que una mala ortografía nunca dará una buena impresión de ti. Una buena ortografía muestra detalle, cuidado, precisión y atención. Cualidades que todo cliente valorará en ti.
Conoce tu público
Suena obvio, pero es importante resaltarlo. Usar un lenguaje adaptado a tu público va de la mano con la imagen de marca (branding) ya que el primero es parte esencial del quién es tu empresa y qué ofrece a qué público. Por tanto, es esencial que hables y de cierta manera, pienses como lo haría un miembro de tu público meta.
A ver, ¿hablas de la misma manera con tus padres y tus amigos? Probablemente, si lo analizas te darás cuenta de que puede ser que uses ciertas palabras o tonos con tus amigos que, sin duda no usarías con tus padres. ¿A veces no te has topado con marcas que tienen una imagen muy juvenil pero sus copys son demasiado “tiesos”? ¿Como que algo simplemente, no está bien? Probablemente hay algún problema existente con el tono comunicacional. Esto, como ya les dije, está ligado a la personalidad y al nivel de autenticidad de la marca.
Mi consejo: Investiga y emplea las palabras o expresiones que le permitirían a tus seguidores sentir afinidad.
Sé claro, conciso y preciso
Premisa básica del periodismo que si bien, no necesariamente aplica para las redes sociales, es muy útil para la vida en general. Este consejo se refiere a que digas lo que tienes que decir, ni más ni menos. A veces puede ser un texto de 10 párrafos y en otras ocasiones una palabra es más que suficiente. Di lo que tengas que decir de manera directa (no des cabida para la duda), dilo con palabras sencillas (olvídate de los términos rimbombantes) y siempre que puedas, no te extiendas más de lo necesario.
Por supuesto, esta regla es bastante variable ya que las redes sociales como Instagram están hechas para funcionar como bitácoras personales y por ello es normal que nos extendamos y contemos la historia de la historia para que nuestro público nos entienda. Es válido. Lo único que quiero decir con esta premisa es que siempre que vayas a redactar algo ten en mente ser lo más claro posible.
Da la información principal primero
Asimismo, como bien sabemos, el contenido en las redes sociales es efímero, rápido, mucha gente (honestamente) no se da a la tarea de leer tu testamento (con contadas excepciones). Así que, si tu cuenta es de un negocio o empresa, enfócate en lo que le va a interesar a tu cliente. Da prioridad a la información que quieres que capte su atención. Por ejemplo: si tienes una oferta del 20% en toda tu mercancía, ¿colocarías este contenido en el último párrafo? Evidentemente, no es lo más inteligente a hacer. Tú quieres fijar su atención en que hay una oferta del 20%. Eso es lo más importante. Después puedes añadir todo el contenido que le dé contexto. Por ejemplo, día del padre o de la madre, por tiempo limitado… etc.
Pídele a alguien que lea tus escritos
Una forma sencilla de evitar problemas con los consejos anteriores es pedirle a alguien que, antes de publicar, te dé su opinión sobre tus textos. Como autores, tendemos a enamorarnos de nuestras creaciones. Tanto así, que rara vez les encontramos un defecto o estamos tan agotados de lidiar con ellas, que obviamos cosas que normalmente serían un sacrilegio escribir. Me ha pasado, nos ha pasado y la cura para dicho mal es pedirle a alguien que lea tus textos, revise y corrija de ser necesario. Esto no quiere decir que seas mal escritor o algo por el estilo. Solo que la plataforma, la falta de tiempo y muchos otros factores de distracción, no te ayudan a ver esos detalles.