Cuando los errores en el empaque cuestan más que una simple impresión

Hace poco, el lanzamiento de las papas enlatadas de la influencer venezolana Surty Cooks se volvió viral. No por su sabor —que, por cierto, muchos aseguran que es delicioso— sino por un detalle que escapó a tiempo de corrección: errores ortográficos en el empaque.
Ver Video ➡️
Ella decidió tomarlo con humor (¡y eso es admirable!), pero el caso se convirtió en una lección importante para todos los que trabajamos en branding y diseño de productos:
👉 Un empaque no es solo una envoltura, es la carta de presentación de tu marca.
Y cuando esa carta tiene errores, el costo puede ser mucho mayor que el de una simple reimpresión: afecta la confianza, la credibilidad y la percepción profesional del producto.
Desde mi experiencia como diseñadora gráfica, quiero compartirte algunos consejos prácticos para lograr empaques impecables, que comuniquen con claridad, coherencia y calidad visual.
1. Todos los textos deben estar revisados y aprobados por el cliente
Aunque parezca obvio, es uno de los errores más frecuentes.
Muchos diseñadores terminan escribiendo o corrigiendo textos sobre la marcha, y eso puede generar inconsistencias o fallos ortográficos.
✅ Consejo: solicita que el cliente entregue los textos finales ya corregidos y aprobados antes de comenzar a diagramar.
2. Revisa las regulaciones del país antes de diseñar la tabla nutricional
Cada país tiene normas específicas para la presentación de la información nutricional: tamaño de letra, colores, disposición, unidades, etc.
Estas reglas pueden cambiar según la categoría del producto.
✅ Consejo: consulta las guías oficiales (por ejemplo, las del INN, INVIMA, o FDA) para cumplir con todos los requisitos antes de enviar a impresión.
3. Solicita una muestra impresa antes de la producción final
Lo que ves en pantalla puede verse muy diferente en el material real.
Los colores, márgenes o proporciones cambian según el sustrato o tipo de impresión.
✅ Consejo: realiza siempre una prueba impresa o física antes de dar el visto bueno final. Un vistazo a tiempo puede evitar grandes pérdidas.
4. Pide una revisión externa antes de imprimir
Después de muchas horas de trabajo, es normal que tanto el diseñador como el cliente pasen por alto detalles mínimos.
✅ Consejo: permite que una tercera persona (corrector, periodista o editor) revise los textos, números y datos técnicos. Una mirada fresca puede detectar errores que tú ya no ves.
5. Verifica los números de CPE y permisos sanitarios
En productos alimenticios, cosméticos o farmacéuticos, los números de permisos y registros deben ser exactos y actualizados.
✅ Consejo: valida siempre esta información con los entes correspondientes antes de imprimir. Un solo número mal puede impedir la comercialización del producto.
6. Prueba la etiqueta en el envase real
No confíes únicamente en el archivo digital.
✅ Consejo: coloca la muestra impresa sobre el envase real (botella, frasco, lata, etc.) para comprobar tamaños, curvaturas y márgenes. Así evitarás textos cortados o imágenes deformadas.
7. Asegúrate de que el código de barras sea legible
Tener el código de barras en el diseño no garantiza que funcione.
✅ Consejo: imprime una muestra y pruébala con un lector real. Si no escanea correctamente, el producto podría ser rechazado por distribuidores o supermercados.
Conclusión: la excelencia está en los detalles
El diseño de empaques no se trata solo de estética: combina estrategia, normativa y precisión técnica.
Cada fase —desde la redacción hasta la impresión— debe revisarse con calma y comunicación constante entre cliente, diseñador y proveedor.
Un empaque bien hecho refleja el valor y la confianza de una marca.
Y cuando se cuidan los detalles, el resultado no solo se ve…
✨ también se siente.
