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E-commerce: 7 errores que debes evitar para tener éxito con tu negocio
Los negocios e-commerce están creciendo y, para el 2018 se espera que esa tendencia continúe en ascenso. En la entrada anterior, hablamos sobre por qué los e-commerce son una buena opción como modelo de negocio. Observemos estas cifras:
Sin embargo, porque sea un modelo lucrativo y de vanguardia, no es sinónimo de facilidad.
Son muchos los problemas que aún se están sorteando con este tipo de plataformas comerciales. Pero, si estás convencido de que este es el paso que debes dar para que tu empresa evolucione, aquí les damos algunas recomendaciones que deben tener en cuenta antes de empezar a trabajar.
Un e-commerce, es mucho trabajo
Sí, a veces subestimamos lo complicado que puede ser armar un catálogo o una tienda en línea. Si quieres hacer el trabajo bien, los sitios e-commerce necesitan constante mantenimiento, atención y esfuerzo para hacerlo crecer.
Desde estar pendiente del inventario hasta responder las preguntas que realicen los usuarios, es necesario asumir que debes estar allí, de la misma manera que lo estarías si tu negocio fuera una tienda en un centro comercial.
Necesitas paciencia, personas que se dediquen a subir o bajar inventarios, responder los comentarios, redactar los textos y las descripciones de los productos para que sean captados por los motores de búsqueda (el famoso SEO) y atención al cliente. Porque sea un negocio en línea, no quiere decir que sea “pasivo” y que genere dinero con solo existir.
No tienes un plan de negocio
Con este punto no queremos enredarlos mucho pero, sí es de suma importancia saber por qué y para qué quieren tener este tipo de negocio. Es decir, ¿es realmente necesario? Para que un e-commerce comience con buen pie, es necesario responder a las siguientes preguntas:
- ¿Tus productos se venderán mejor en o fuera de línea?
- ¿Sabes si tus clientes comprarían en línea?
- ¿Cómo es tu cliente? ¿Satisfaces una necesidad? ¿Ofreces una solución a tus clientes que otro negocio no?
- ¿Cuál es tu competencia directa e indirecta?
- ¿Tus precios son competitivos?
Todo esto forma parte del examen que tienes que hacerte previo a embarcarte en un negocio de cualquier tipo. Porque, el hecho de que esté de moda, no quiere decir que es el modelo adecuado para tu producto o servicio.
No apuestas por el móvil
Cada día que pasa el teléfono móvil se va apoderando como el dispositivo que más omnipotente de nuestras vidas. Con el comercio en línea, la tendencia no es distinta. Si bien, las ventas netas en teléfono no superan las realizadas en computadores de escritorio, es porque aún estamos en una época de transición. Pero, poco a poco nos iremos acostumbrado y cuando menos lo esperemos, el móvil será el medio más común para realizar compras online. Es solo cuestión de tiempo.
No promocionas tu negocio
Lo que no se promociona, no se conoce. O, al menos, se conoce poco. Es importante que a través de tus redes sociales, en tu sitio web o a los subscriptores de tu boletín informativo, les hagas saber que ahora pueden adquirir tus productos o servicios vía online.
Invítalos, ofrece descuentos y si eso se sale de tu presupuesto, al menos notifícales antes que a todo el mundo sobre el lanzamiento de un producto nuevo o promoción especial. La lealtad y la confianza se crean con estos pequeños detalles.
Descuidas tu sitio web
Un sitio web con un diseño moderno, limpio y de fácil navegación (User friendly) es ESENCIAL para ganar la confianza del comprador. Si no muestras bien tus productos, con todos los detalles, con fotografías limpias, desde diferentes ángulos, no te estás vendiendo bien.
A ver, debemos recordar que las pantallas de nuestros ordenadores o teléfonos aún significan una barrera para otros sentidos que normalmente empleamos cuando compramos: el tacto, el olor. Solo tenemos la vista y como dice el refrán, “no todo es lo que parece”.
No eres claro desde el principio
Transparencia, confianza. En la web, -especialmente, con las actividades que involucran compra y venta- todo gira alrededor de esas palabras ¿No te ha sucedido que cuando vas a comprar ves un precio pero, al momento de agregar los datos de tu tarjeta, el precio es otro?
Claro, la tienda se olvidó mágicamente de agregar el precio del envío, del paquete, de la etiqueta que van encima, etc., etc., cuestión que no dejan claro desde el principio.
Estos gestos, aunque no lo creas hacen la diferencia. El usuario tiene un número en mente, y cuando llegan a esta etapa y sucede algo como esto, rompes su ilusión y, de una manera le molestas. No fuiste claro. Él/ella se siente engañado y probablemente, no vuelva a comprar.
Complicas el proceso de compra
Llenar miles de formularios, condiciones, conectar con una cuenta de red social y luego con otra e infinidad de pasos para hacer algo que, en teoría debería ser sencillo, es uno de los besos de la muerte del e-commerce.
Si complicas el proceso de compras, sucede lo siguiente:
- Generas desconfianza: ¿Para qué quieres tanta información? Volver sobre el punto anterior.
- Quitas tiempo: El tiempo es un recurso escaso. El usuario quiere todo ya. No tiene tiempo. Tiene miles de cosas que hacer. Su atención es corta. Necesitas concretar. Llenar miles de formularios, no ayuda para nada. Excepto en dejar ir a tu cliente.
Si quieres evitar cualquiera de estos estados, lo mejor es asesorarte. Diseña el recorrido que debe realizar tu cliente para que la compra sea fácil y fluida de principio a fin.
Y, si no sabes por dónde empezar, en Magenta te podemos ayudar con todo el proceso de principio a fin. Puedes visitar nuestra sección de ‘Servicios’ y conocer todo lo que podemos hacer por ti.